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Sábado, 04 Agosto 2012 00:46

Entre vos y yo

Escrito por

 

Empezamos haciendo un dúo. Yo hago una rolada pegado a vos. Paso arriba. Quedás abajo. Movido por la fuerza de tu cuerpo voy tapándote. Me muevo con la menor energía posible. La adicción tiene que ver con eso. Con la energía. Descontrol y competencia es lo que hacemos y construimos cuando eso nos invade. Nos lleva siempre al mismo lugar y eso que yo te quiero tanto... Lo que hacemos empieza a dar verdadero asco. Movemos el espacio de la realidad a lo real escénico: todos están pensando ahora la cantidad de eso que ingerimos cada viernes de función. Vos seguí consumiendo desesperado que te sale bárbaro. Me pregunto si es esto una especie de realismo o discurso de lo real presente en la realidad escénica. Y. Me pregunto si tendría sentido alguno saber con eficacia si es una u otra de esas cosas. O ambas. Bosques de cubanito. Es una de las imágenes que traes en este estado siempre y que a mi me encanta. Mi sobredosis altera el sistema porque algo sobra. Por eso el bosque de cubanitos es tan efectivo. Es la sobredimensionalidad de eso que tanto nos gusta. Huele empalagosamente espesa la densidad de ese bosque. Es por el exceso que empiezo a dar muestras del descontrolado existir de mi cuerpo ahora. Contorsiones y tensiones me deforman, me controlan y lo lamento mucho si suena poético: me hacen bailar. ¿Hay algo mejor? Me lo pregunto en serio. Estoy para otra cosa. ¿Desde cuándo lo hacemos? ¿Yo menos que vos no? ¿Menos que vos? Todo se levanta y cae. No hay forma de escapar a esta estructura. Cuando estamos en esta, tenemos un lenguaje críptico y compartido. Un lenguaje que me emociona. Es como si fuéramos expertos que sólo se entienden entre sí. Somos los que la saben. Los dos que bailan el dúo de las manitos y que se meten y marcan direcciones con distintos impulsos invadiendo el espacio de cada uno. Vos a mí. Yo a vos. Hasta quedar enredados y no poder salir. Es una metáfora. También no lo es. Es un juego absurdo. Lo sabés y lo sabemos. Peligroso, absurdo y agotador. Un viaje de retorno. Ahora sos vos el boludo que delira. Voy a anotar tus visiones en la pared del cuarto. Nuestra agenda de apuntes, nuestro desorden y nuestra coherencia están acá, en este biombo. Decís tantas boludeces que no puedo parar de escribir. Me lo tomo muy muy muy en serio. Mucho es lo que siento a cada una de tus frases. La conexión es tan intensa. Es impecable la tensión de tu cuello y tu nuca, se alinean develando la importancia de lo que ves. Tu concentración y tu seriedad al respecto. Esto de la nuca te salió bien desde la primera vez que lo probamos. Sos un capo. Mientras anoto desordenadamente tu dictado divino, adopto posturas que muestran y subrayan mi intención de no perder ni una de tus valiosas palabras. Nunca te olvides de que nos están mirando. Me concentro, me olvido de vos. Cuando miro, ahí llegás tembloroso. En cualquier momento te caés. Desvaneciéndote. Tu cuerpo entero tiembla. Te sale bien esta parte. ¿Te acordás lo que costaba en los ensayos? Como nos reíamos! Yo, escribo YO bien grande. Se lee. Lo leen todos. Lo leemos los dos. Y obsesivamente dibujo líneas en el espacio vacío. Si te sangra la nariz cagamos. Me colgué. Me fuí de mambo. Sigo desarrollando mi texto controlado y mi movimiento en el vacío. Es una impro. Es el vacío el motor que nos lleva a hacer estas cosas. Me agoto en el piso y empezás a hablarme de una obra. ¿Que hicimos vos y yo?, ¿juntos?, ¿nos fue bien? Trabajábamos en unos túneles. Me decís. Para tratar de que me acuerde. A veces me pregunto si salimos de ese lugar. ¿Hicimos una obra que no entendía nadie? Si. Nosé. Eramos chicos.

 

 

Comentario escrito para Azúcar, una obra de Celia Argüello Rena.

 

Ficha técnica :

Autoría: Celia Argüello Rena, Nahuel Cano, Diego Echegoyen, Macarena Orueta | Intérpretes: Nahuel Cano, Diego Echegoyen | Escenografía: Julieta Potenze | Diseño de luces: Eduardo Pérez Winter | Música: Fernando Tur | Fotografía: Juan Antonio Papagnni | Diseño gráfico: Leandro Ibarra |  Asistencia de dirección: Macarena Orueta | Dirección: Celia Argüello Rena

Josefina Zuain

El tema del ser es para mí un tropezón asegurado. Bailo y escribo, bailo y estiro, bailo y no bailo. Me gusta decir: soy bailarina y escritora. Escribo, escribo, escribo... bastante compulsiva-mente.

Tal vez todos mis textos hablan de la acción de separar y del amor. Separar como modo de re-unir, re-condensar, volver a pensar y seguir (no) siendo. Amor: mi cuerpo. Segunda es mi relación más estable y duradera. Aquí, entre amistades, casualidades, pasiones y deseo, inventamos y recreamos los modos en que podemos pensar (seguir pensando) y volver a pensar en-con-a través de la danza.