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Domingo, 01 Junio 2014 18:48

Privilegios de Artistas

Escrito por

 

Vivimos por el dinero. Todos lo hacemos. Con el dinero compramos nuestras cosas más básicas y también nuestra felicidad. Dependemos del dinero para contar con un techo, una rutina, una dedicación, una preocupación y un futuro. Es “metafísica” la estabilidad que la estructura económica nos proporciona, pero es más cercana a la realidad que todo otro tipo de seguridad que el valor simbólico puede ofrecernos. 

En el mundo del arte, la abundancia y /o la falta, dependen del dinero y, sin embargo, el éxito y la realización dependen del capital simbólico que despliegan ciertas acciones “profesionales” (pongo entre comillas la palabra profesionales, porque en el mundo del arte están desagregadas las tareas del pago por la realización de las mismas, es decir, generalmente, no hay una correspondencia tiempo-dinero, habilidad-dinero, dedicación-dinero). 

En un mundo laboral en donde nos jactamos de la ruptura de ciertas relaciones ineludibles en otros mundos laborales, lloramos la miseria que esas relaciones que nosotros mismos desagregamos generan como consecuencia ineludible de la disociación. Mi papá siempre me dijo, si no te pagan, no es trabajo. 

Pero SI!! OjO! Están bien asociados la fama al dinero, el éxito al dinero, la continuidad de una carrera artística al dinero, la trayectoria, el reconocimiento tienen signo peso. Amigos!! nos estamos contrariando, como artistas, como trabajadores del arte, somos víctimas de nuestra propia contradicción. 

Pero entonces, cuando el intercambio se reduce (todo él) al intercambio simbólico, abrimos nuestro placard y nos damos cuenta de que nuestra ropa está destrozada, el baño de casa gotea hace un año y la obra social que hace meses no usamos por falta de tiempo, lleva ya dos cuotas vencidas… es un gran desastre! 

Ahora bien, en un mundo donde convivimos con gente que no llega REALMENTE con su dinero a fin de mes, no tiene REALMENTE dinero para la educación de sus hijos y otros reales etcéteras… lo único que puedo asegurar es que estos problemitas son privilegios de artistas. 

Somos culpables y somos víctimas. Deberíamos partir de la base del acuerdo para abordar un-los cambio-s posible-s. De eso, se hace cargo el elenco de Por el Dinero, exponiendo sus peores ilusiones, sus más caros anhelos y sus más económicos esfuerzos. Bailándolos con el cuerpo y con la voz. Llorándolos, burlándolos, compartiéndolos.  

Sabemos que no podemos vivir sin dinero, no aquí, en este mundo. Ahora, ¿sabemos que no podemos vivir sin arte, no aquí, no en este mundo?, me pregunto cuál es el equilibrio real entre ambos paradigmas de acción, o, mejor, dicho ¡!me retracto!! ¿Porqué habremos hecho de estas dos necesidades, dos paradigmas de acción diferentes que hoy han de equilibrarse? ¿Cómo llegamos a esta situación? ¿Quiénes “llegan”? (y adónde!!??) 

 

Comentario escrito para la obra Por el dinero, dirigida por Luciana Acuña y Alejo Moguillansky.

Ficha técnica: Dramaturgia: Luciana Acuña, Alejo Moguillansky | Actúan Luciana Acuña, Alejo Moguillansky, Matthieu Perpoint | Músicos: Gabriel Chwojnik | Vestuario: Mariana Tirantte | Escenografía: Mariana Tirantte | Iluminación: Matías Sendón |Música:Gabriel Chwojnik | Fotografía: Sebastián Arpesella | Asesoramiento:Ingrid Bleynat, Paul Segal | Asistencia general: Fernanda Alarcón | Prensa: María Laura Lucini Monti, María Sureda| Colaboración en dramaturgia: Fernanda Alarcón | Colaboración artística: Fernanda Alarcón, Agustina Muñoz | Coreografía: Luciana Acuña, Alejo Moguillansky, Matthieu Perpoint | Dirección: Luciana Acuña, Alejo Moguillansky

Josefina Zuain

El tema del ser es para mí un tropezón asegurado. Bailo y escribo, bailo y estiro, bailo y no bailo. Me gusta decir: soy bailarina y escritora. Escribo, escribo, escribo... bastante compulsiva-mente.

Tal vez todos mis textos hablan de la acción de separar y del amor. Separar como modo de re-unir, re-condensar, volver a pensar y seguir (no) siendo. Amor: mi cuerpo. Segunda es mi relación más estable y duradera. Aquí, entre amistades, casualidades, pasiones y deseo, inventamos y recreamos los modos en que podemos pensar (seguir pensando) y volver a pensar en-con-a través de la danza.