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Jueves, 25 Febrero 2021 20:29

Danza che ti fa bene

Escrito por

 

En las semanas sucesivas a la muerte de Diego Maradona, recordé las cosas más divertidas que tenía el gran jugador. Un Diego que hacía de todo con su cuerpo, porque de nada se perdía.

Hace un tiempo que llevo una lista de todas las cosas de las que soy fan. Por supuesto, el Diego está en esa lista y por eso hago la invitación: Recordemos al Diego en una revista de danza.

  • La imaginación proyectiva de Maradona: la organización de los cuerpos en el espacio.
  • La claridad para reaccionar a los conflictos.
  • La energía para crear conflictos.
  • La manera de responder a las preguntas.
  • La forma de resolver los problemas.
  • Las zungas, las pieles, las extravagancias. Los besos.
  • Las curvas. La creatividad.
  • El volumen.
  • La carne.
  • La voracidad.
  • El encadenamiento de tropezones. Aprovechar el impulso. Correr, caerse, gatear, y desde el fondo de sus pies, encontrar el impulso para volver a levantarse. Como un cazador que sigue a su presa. Como un animal depredador. Como todo eso que hace el cuerpo cuando tiene una urgencia. Las formas y deformaciones que acepta e involucra. No hay formas correctas en las que poner el cuerpo. El cuerpo es una máquina para resolver la urgencia, y es la urgencia en sí misma. Es las múltiples direcciones en las que un cuerpo puede desmontarse. Es volumen. Es una pintura de Francis Bacon, pero más deforme.

La urgencia es poner eso que tenía ahí más a la mano en funcionamiento. Su cuerpo. Y vivir al límite del cuerpo siempre. No es dios, sino uno de los seres más terrenales que he visto. En la tierra. En el terreno. Un ser de la carne. La carne de Maradona.

Bacon dice que para empezar a dibujar hace una mancha. El Diego es esa mancha. Es esa deformidad llena de fugas: cualquier dirección es posible. También es Bacon hecho carne. Es manipular la carne del cuerpo. No importa cómo va a quedar. Es encontrar el placer en el manoseo. El placer de amasar la carne y hacerla vibrar.

Y luego la sutileza, la salpicadura de pinceladas suaves. Porque cuando encuentra el placer en amasar la carne, en la adrenalina de reventar el cuerpo en mil pedazos, las sutilezas empiezan a importar. Porque sino es aburrido hacer siempre lo mismo. El disfrute está en la transformación, en el devenir, en estar constantemente convirtiéndose en otra cosa. El objetivo es el movimiento. En no estar nunca en el mismo lugar. Así se descubren todas las potencias del cuerpo. Y de ahí no hay vuelta atrás, porque puede estar ahí toda la vida. Cuando se enamora de algo, todo el tiempo va a encontrarle cosas sabrosas y nuevas para degustar.

Me desconcentré un momento. Vuelvo a la lista:

  • La fuerza de un solo gesto.
  • La ola de movimiento.
  • La potencia de hacer una sola cosita con todo el cuerpo.
  • Saborear el cuerpo.
  • Aprender a desearse. Enseñar a desearse.
  • Un cuerpo deseante.
  • Un cuerpo que disfruta.
  • Un cuerpo que se muestra.
  • Un cuerpo que toca.
  • Un cuerpo que besa.
  • Un cuerpo que se viste y se desviste.
  • Un cuerpo que descansa.
  • Un cuerpo que un día muere.

Poner el cuerpo donde tenga más ganas.

  • Todos los cuerpo un cuerpo.
  • Todos los sonidos un cuerpo.
  • Todas las miradas un cuerpo.
  • El entusiasmo. (Qué mala prensa que tiene el entusiasmo)
  • Desfigurado, desfachatato, desprolijo, despilfarrando, desfilando, mostrándose, mostreándose. Vestido, desnudo, muy muy gordo, atlético.

Una mancha baconiana que amaga por irse para todos lados.

  • Un cuerpo marrón.
  • Un cuerpo pequeño.
  • Un cuerpo pobre.
  • Un cuerpo maleducado

Desde que vi que la universidad nacional de las artes le rindió su debido homenaje a Diego Maradona, pensé que en la danza también debemos mucho al Diez. Quizás tenemos más Diegos entre nuestras filas de la danza. Pero no lo sabremos nunca a ciencia cierta, porque no tenemos ni la plata ni la prensa de la FIFA. Pero ahí están las irreverentes. Esas a las que no les importa nada y estás dispuestas a probar todo lo que se les cruce por el camino.

 

Este comentario fue escrito en relación a la muerte de Diego Armando Maradona.  

 

 

 

 

 

Julia de la Torre

Soy bailarina, coreógrafa e investigadora. Nací y viví casi toda mi vida en Buenos Aires. Viajé bastante. Transito la creación escénica participando como asistente de dirección, performer, coreógrafa y directora, e incluso activa y sistemáticamente como estudiante y espectadora. 

Egresé de la UNA (Licenciatura en Composición Coreográfica), hice un Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual en España (U. Castilla-La Mancha y Museo Reina Sofía) y también estudié en México y Cuba.