Se va haciendo la luz apaciguadamente, mientras un cuerpo desnudo y boca abajo se acerca a paso lento con movimientos de oruga. Así comienza a agitarse, de a poco, la bomba explosiva de la intimidad. Las implicancias de salir del closet serán, literal y metafóricamente, inconmensurables. No hay matices entre los animales de cuatro patas, las máquinas y los seres humanos. Somos sexo más sexo. ¿El amor? Nuestra conexión con el mundo erógeno... ¿Es posible separar el amor del sexo? ¿Cuánto hay de genuino en las relaciones sexuales que mantenemos? “La idea fija” aborda estos interrogantes, a mi criterio, desde el campo de lo popular. Se combinan elementos novelescos y bizarros, con sus respectivas opresiones y resistencias: encuentros pasionales con tintes almodovarezcos. “La ley del deseo”, amores adversos-diversos, violaciones y tragedias se presentan en escena a través de discursos delirantes, movimientos eróticos, masturbantes, dañinos y cómicos. ¿Cuantas veces bailamos cogiendo o cogemos bailando? Asombrosa la variedad de ritmos y coreografías sexuales, de sexualidades para todos los gustos. Lo burdo, lo explícito. El cuerpo y sus aspiraciones. Lo grotesco, lo tierno:…