El CV es un resumen de los datos individuales que interesarán a quien los lea, de modo de que este o esta pueda hacerse una idea de determinado “perfil”. Desde el momento en que ingresamos al teatro, en seguida se olfateó un espectáculo diferente y atrevido. El comienzo de la obra surge en la antesala, donde Carla se encuentra haciendo su collage polisémico, turbulento, heterogéneo. Daremos cuenta de que este no va a ser un CV como el de cualquiera, no no. La construcción de este perfil nos muestra una mutación constante: se nos escapan las fechas, los lugares, los pensamientos, los sentimientos, las personas, las sexualidades. Claro, porque si son fragmentos ¿no hay continuidad? Es la dispersión lo que atrae, lo revoltoso de entrar en el mar humano de las contradicciones al interior de una subjetividad individual. Carla es Carlos, pero no, es Carla. Yo la vi desnuda, ¡es mujer! Entonces es que se me viene a la cabeza Butler con el tema de género: las identidades no son moldes fijos, son construcciones versátiles apoyadas en las múltiples performances…