GRUPO CALDO
GRUPO CALDO esta haciendo función de su obra ¿Por qué no me llevaste a mí? los domingo 21.00 hs en Espacio Sísmico, Lavalleja 960. Desde Segunda cuadernos de danza nos encontramos con ellxs porque queríamos saber un poco más. Compartimos lo que nos convidaron.
-Segunda cuadernos de danza: Nos cuentan sobre ustedes, la conformación y el recorrido del grupo.
Nosotrxs somos CALDO. CALDO es un grupo de artistas escénico residentes en la ciudad de buenos aires: Facundo Monaterio, Manuela Piqué, Juan De Rosa Luciana Pedroni, Mariana La Torre y Luna Sarsale.
Nos conocemos desde hace bastantes años, fuimos encontrándonos en espacios del ámbito de la danza Institucionales como la UNA, y en espacio de formación como clases de danza contemporánea, seminarios de improvisación, etc. En paralelo fueron surgiendo vínculos de amistad, algunxs de lxs miembros del grupo vivimos juntos durante algunos años, lo que consolidó nuestras afinidades y afecto. Fuimos haciendo durante esos años distintas acciones que nos unieron, todxs juntxs algunxs por un lado otrxs por el otro, pero siempre en contacto, siendo testigos y participes de las actividades individuales y colectivas. Es decir, mantuvimos como base las relaciones interpersonales, que tienen un componente afectivo muy fuerte, y adosadas a estas relaciones interpersonales, las inquietudes en relación al mundo de la danza y de las disciplinas escénicas en general, los cuestionamientos artísticos y un deseo fuerte de llevar adelante procesos creativos juntxs. Lo que nos motivó y aún nos sigue motivando a estar juntxs puede ser la fuerza para habitar el mundo desde una perspectiva poética asociada a las disciplinas performáticas y de movimiento.
En relación a las experiencias escénicas hemos iniciado procesos creativos que han se nos han diluido y que aparecen casi fantasmáticamente en los nuevos procesos, hemos transitado proyectos performáticos para marcos específicos como ciclos y festivales, en los cuales nos reuníamos un tiempo corto y producíamos una pequeña pieza, hemos compartido procesos de obra de otros coreógrafos, hemos participado en conjunto en experiencia escénica de improvisación, y más consolidados transitamos procesos creativos más largos que desembocaron en nuestras obras.
Más allá de los proyectos en concreto que transitamos de un modo no tan orgánico, nos ha enriquecido mucho compartir nuestras experiencias y opiniones sobre el arte, la vida, bailar en fiestas, bailar en otros lugares, salir juntxs, cocinar, compartir comidas, reírnos largas horas, presenciar hechos artísticos. En un momento decidimos plantearnos esta reunión de un modo más orgánico y con miras a darle un marco a los trabajos que veníamos produciendo y decidimos empezar a nombrarnos grupo CALDO. Esto significó comenzar a enmarcar los trabajos individuales dentro del grupo, presentar subsidios y convocatorias como grupo, emprender el último proceso creativo atravesado por este encuadre preguntándonos, cuestionándonos y muchas veces desestabilizándonos con la noción de grupo.
- Segunda cuadernos de danza: ¿Cuáles son los intereses artísticos que los reúnen y movilizan?
Nuestra reunión tuvo que ver en gran parte por compartir una formación Institucional (la UNA) e independiente transitando por las mismas clases, como ya dijimos anteriormente. Hace muchos años compartimos un taller de composición con Natalia Tencer que duró un año. El tránsito por esta experiencia juntxs nos marcó como huella inicial de nuestra grupalidad. El trabajo profundo de investigación, de búsqueda de un cuerpo sensible que piensa y de deconstrucción de ciertos modos de usar el cuerpo que planteaba Nati en ese momento, empatizó con nosotros e hizo que encontremos en ese tránsito herramientas comunes y un deseo grande de ponerlas a prueba en nuestras propias producciones. En ese espacio también fue que nos empezamos a observar escénicamente, las combinaciones que generábamos, los encuentros que se sucedían, los sentidos que generábamos juntxs. Es posible que esos deseos de producir las propias cosas hayan existido desde mucho antes, pero en el encuentro pudimos materializarlos. De hecho varias veces antes habíamos tenido juntxs intentos fallidos de componer aquello que queríamos ver, pero se nos habían diluido por diferentes razones, o no habíamos podido hacerlos crecer.
El interés artístico que nos reúne no es homogéneo y va mutando con el tiempo y las etapas que vamos transitando individualmente y colectivamente. La reunión tiene que ver con un interés de producir colectivamente, o más bien de poner a prueba que significa eso. Nos juntamos porque existe entre nosotrxs un enfoque crítico y de problematización acerca de los procesos y producciones artísticas que nos rodean, y de los cuales venimos siendo espectadores hace tiempo. Nos interesa producir escena, inventar reglar de uso del tiempo y el espacio. y ninguno tiene una amplia trayectoria en esto, ni un método producido, ni del todo claro el modo en que esto se desarrolla. Nos reunimos para aprender, para respaldar los proyectos colectivamente, para crear aquellos que tenemos ganas de ver. El interés artístico también tiene que ver con una búsqueda en sentido de una indagación, con una pregunta acerca de qué cuerpo producimos con los procedimientos que probamos, que singularidades podemos producir, como estar en relación afectiva con los otros cuerpos, que le pasa a un cuerpo cuando se afecta. Verificamos que mucho de que lo que encontramos innombrable en el los ensayos, es decir muchas de las cosas que no podemos maniobrar son gran parte del interés artístico, porque es ahí donde podemos pensar algo nuevo.
-Segunda cuadernos de danza: ¿Qué les interesa poner a jugar en la escena?
Continuando con la pregunta anterior, que está íntimamente relacionada porque los intereses artísticos confluyen en lo que nos interesa poner a jugar en escena. Uno de los intereses principales y que atraviesa transversalmente todo, es realizar un uso de los cuerpos que puedan estar en escena a partir de lo que les pasa. Atravesar todo lo que decidimos poner en escena con el desencadenamiento de los afectos de estos cuerpos que somos. Estar sensibles, porosos, abiertos a las sensaciones que nos generan las cosas que hacemos.
Después hay una dimensión de prueba escénica. No tenemos respuestas certeras acerca de lo que puede funcionar o no, nos estamos guiando también, además de por una visión estética medianamente delimitada, por el deseo de poner a prueba en la escena ciertos usos del cuerpo, ciertos usos sonoros, espaciales y de vincularidad.
Hoy nos mueve el hecho de poder desarrollar una dramaturgia que pueda dar cuenta de las transformaciones y de aquellas cosas que en los ensayos nos movieron el piso. Ahí donde vimos que surgía una posibilidad de un mundo, donde nos sentimos emocionados tanto en la ejecución como en la lectura desde afuera, esos encuentros y cruces entre nosotrxs que nos sacaron de contexto ¿Cómo construir un recorrido, cómo pautar, como sintetizar sin aplastar los materiales? ¿Cómo anudar las ideas y hacer trazados que se sigan potenciando?
-Segunda cuadernos de danza: ¿Cómo combinan el recorrido singular de cada unx, su cotidianidad, su amistad con la práctica artística que están trazando?
Como decíamos antes la importancia de las relaciones interpersonales permea de un modo singular el trabajo que hacemos, nuestra amistad es un factor trascendente en los procesos de creación. El deseo de estar juntxs, es el deseo que nos generan la poética de nuestros cuerpos, y la atracción por compartir acciones escénicas juntxs. Observamos que es en estas ocasiones donde podemos dar rienda suelta al afecto desde un lugar que tiene mucho de lúdico y un poco de desordenado, como un juego con reglas no muy claras. Aunque parezca un lugar común, juntarnos nos permite jugar, jugar como chicxs, amigxs que se encuentran un día y se pasan la tarde viendo que hacer, curioseando expectantes y relajados al mismo tiempo. Esta falta de reglas definidas no es una ausencia de criterio, sino que tiene más que ver con un modo de trabajo, un modo de emprender los procesos sin saber exactamente que se está buscando, que es desordenado por momentos, que es intenso y que refleja las identidades individuales y la identidad grupal que está en constante movimiento. A su vez observamos como las individuales se transforman con el accionar grupal, y como la grupalidad se expande con cada unx de nosotroxs. El código que compartimos emerge de una trayectoria común de vínculos interpersonales y de experiencia común sobre la escena, en la que el afecto es preeminente. Por supuesto que a veces es complicado y conflictivo el acuerdo explicito sobre ciertas pautas, necesarias a la hora de abrir un proceso de acción grupal a otras personas, de definir un mapa o recorrido que se plantea como obra. Es conflictivo por momentos ser tan cercanxs, tener tanta confianza, estar tan atravesadxs y enredadxs, para delimitar roles, para permanecer en un nivel de expectativas artísticas comunes, para empujar todxs en un mismo sentido, para relacionarse con las susceptibilidades más profundas que emerge en los procesos creativos que emprendemos. Muchas veces se nos diluye el sentido de lo que estamos haciendo, se nos escapa la motivación por circunstancias económicas y problemáticas que no sabemos cómo resolver, o diferencias que nos obstruyen el trabajo, pero hasta ahora siempre que pasamos momentos turbulentos a nivel grupal volvemos a encontrarnos juntxs mirando que es lo que hicimos y de un modo u otro, nos volvemos a abrazar.
Entonces, para no ser tan condescendientes podemos decir que durante el proceso de trabajo y el momento de la escena se ponen en juego las relaciones interpersonales, con sus situaciones de conflicto y de armonía / potencia. De todos modos lo vincular a la hora del proceso creativo es un terreno en el que nos estamos moviendo, realizando descubrimientos más y menos felices: nos guía la pregunta de cómo realmente poner en juego esto que es extra escénico frente a otrxs, dar importancia a las relaciones entre nosotrxs, con todo el potencial que el afecto tiene, como repercute la instancia de comunicación a otrxs de nuestra acción conjunta, en nuestros vínculos.
La dificultad mayor es que las situaciones de conflicto actúen como trabas de la acción escénica, por eso decimos que es parte de una búsqueda en la que estamos. Lo mismo en relaciones a los roles y criterios, en distintos momentos distintas personas del grupo hemos tenido roles variables. En esta división de roles aparecen afinidades y a veces algunas dificultades para asumir un tipo u otro de actividades. Los criterios de creación y de trabajo se van conversando y redefiniendo.
-----
La foto que acompaña esta entrevista es de la obra "¿Por qué no me llevaste a mí? de Grupo Caldo.
PH: Daniela Nieto