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Jueves, 01 Mayo 2014 19:18

EN POS DE UNA COHESIÓN

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Los espectadores llegan y se acomodan en sus asientos, la obra ya está en escena, los intérpretes enmascarados con movimientos por ahora pausados que muestran todo su recorrido y con ropa de calle, como podría estar vestida cualquier persona o no, entonces sería más preciso decir que es un vestuario común o básico, con la intención de no llamar la atención, pero si estoy escribiendo sobre la vestimenta es porque al borrar todo rastro escenográfico que no fuera conducente a la idea, las pocas marcas cobran otra importancia, el despojo de elementos hace que todo este dirigido a prestar atención más a lo que hacen, que lo pueden hacer en relación con un objeto (el principal es la máscara y el misterio que por definición incluye), será una obra que se sostenga solo bailando? Un tema musical acompaña los cuerpos que distribuidos ocupan todo el espacio, los movimientos comienzan a despertar.  A fin de reseñar pensaba en qué relación podría tener lo que sucedería en el escenario con el único dato indiscutible que tenía: el titulo. -También tenía el folleto del centro cultural de San Martín con una pequeña sinopsis y la ficha técnica, que preferí no leer en ese momento-.

Desde el tópico: su definición de enciclopedia remite a las membranas que cubren y protegen al sistema nervioso central, por otro lado y rastreando el origen etimológico, no es difícil de percibir que está formada por dos palabras que surgen del griego antiguo, dura -masculino, durus. firme, solido, resistente- y madre -nodriza, matriz, útero-.

¿Qué nos quiere decir Duramadre?

Del inicio sin rostros e individual, -seis interpretes equidistantes pero compartiendo una mismo lenguaje de movimientos, aunque cada uno lo interpretase  distinto- a un cambio progresivo donde las repeticiones, algunas con posturas muy complicadas de sostener, se fueron aglutinando de a dos de a tres, y de esta manera las caras fueron perdiendo el velo escalonadamente, por lo tanto hubo un espacio de tiempo donde algunos rostros sí y otro no, un proceso que al desparecer la última mascara, fija el  antes y después de dejar el anónimo homogéneo en búsqueda una nueva homogeneidad, más fortalecida y con identidad.  

Pero estos vínculos tiemblan y ponen en duda su firmeza, se desmoronan y vuelven a reunirse, el cuerpo de baile en búsqueda ahora de una identidad común lucha en un intento que se balancea de un lugar al otro del escenario, mediante tironeos de la ropa de los brazos y de las piernas intentan ligarse, se llaman a la unión, pero el canal de comunicación es efectivo?  

El sonido siempre presente -salvo al inicio- fue muy importante al momento de conducir la idea que se bailaba y cobró un nuevo protagonismo cuando se ensambló el músico hasta ese momento oculto, al bajar las escaleras y tomar cuerpo en la escena con sus manos dirigió la intensidad del ritmo y revivió la tensión a un grupo que intentó estrechar la mano del recién llegado. Ante el intérprete extraño se logró una alianza, pero ellos ya eran los otros y cambió el paradigma de la obra, quieren anexar al nuevo integrante? El nuevo integrante refuerza su idea de grupo?

Un vínculo que siempre estuvo a punto de desintegrarse porque tironear incluye una resistencia, y porque el propio movimiento hiperkinético produce la constante sensación de inestabilidad, de un no poder encajar. Un vínculo que siempre estuvo a punto de integrarse mediante la aspiración y su intento, de buscar la fuerza y la forma de estar unidos, esa búsqueda por despojarse de uno en función de algo más grande, la utopía de la entrega total.      

Un texto para: Duramadre / Dirigida por: Juan Onofri Barbato

 

 

 

 

Pablo Gungolo

Poeta, nació en Bahía Blanca y en la actualidad reside en Capital Federal. En el 2011 publicó su primer libro “Polaroid” (Editorial La Parte Maldita). Generalmente escribe en floresyfobias.blogspot.com (Elongando). Su próximo libro se llamará “los restos”.