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Sábado, 01 Noviembre 2014 17:45

Un campamento de imágenes nómades

Escrito por Gastón Exequiel Sanchez

Magritte decía que sus cuadros debían considerarse “signos materiales de la libertad de pensamiento”. Y luego definía lo que él entendía por tal libertad: “la vida, el Universo, el Vacío, no tienen valor alguno para el pensamiento cuando éste es verdaderamente libre. Lo único que tiene valor para el pensamiento es el Significado, que es el concepto moral de lo Imposible”.

Magritte sabía que concebir lo imposible era difícil. Decía: “Tanto en los momentos normales de la vida como en los extraordinarios, nuestro pensamiento no manifiesta su libertad hasta su último extremo, está siempre amenazado o preocupado por lo que nos sucede. Coincide con una y mil cosas que lo limitan. Esta coincidencia es casi permanente.” Y deja así, dice Jhon Berger, en ese “casi”, un halo de optimismo. Pues a lo largo de la mayoría de las vidas, en un momento u otro, de una forma espontánea y breve, se da la experiencia de escapar a esa coincidencia.

Florencia Bergallo es actriz, Licenciada en teatro, bailarina, docente, performer, y probablemente algo más. En Lejos es un poco de todas ellas, al mismo tiempo que intenta no ser ninguna y todas a la vez, pero “del revés”. Una especie de Alicia, que a falta de una misteriosa madriguerase las arregla con una profunda caja negra. Inmersa en esa oscuridad que, a modo de ilusión, la perspectiva colectiva de la obra se convierte en vivencia personal. Algo parecido a lo que muchos asemejan con la entrada a los sueños, a lo absurdo; al inconsciente. 

Allí, Florencia expresa una interacción entre representación y ficción. Como un ejercicio medial entre esos dos mundos que proceden tanto de sus recuerdos y -por qué no- de sus sueños. Alentando así el doble sentido antropológico de las imágenes internas y externas (y el segundo principio del Kybalión: cómo es adentro es afuera)

…y así lo intenta, de la manera más agotadora quizás: yendo hacia ellas, hacia las coincidencias de su vida. 

Lo hace siguiendo un sistema de oposiciones y tensiones, como si intentara seguir algún camino o alguna vía en sentido contrario: hacia atrás. O hacía abajo, descendiendo quizás. Como si se hundiera en lo más básico de lo que sabemos de ella para luego, una vez allí, torcer dramáticamente lo conocido e intentar suturarlo rechazando siempre la idea de huir del presente.

Sin embargo Florencia Bergallo no es la dueña de este territorio. No es sólo su remoto presente el artífice de este inminente pasado. 

Como sucede en la gran mayoría de las obras escénicas; el territorio pareciera siempre pertenecerle al director/a y el campamento al intérprete. En este caso, y dado la cualidad de trabajos anteriores, pareciera que este campamento desmontable de imágenes le perteneciera a Marina Sarmiento (directora).

Tal vez en algún lugar de su imaginario, la figura que se construye alrededor de su apellido (Sarmiento) sea el artesano de su búsqueda; una alegoría a la lucha simbólica por volver legítima su configuración social, y una excusa para sublimarlo en cada trabajo, pero sobre todo en el que se viene (Sarmiento, 2014-15).

En Lejos, Marina Sarmiento se sirve del teatro, la danza, la fotografía y aunque suene ampulosa la descripción, también de la puesta en escena. Esta última, quizás la menos analizada a la hora de hablar de obras escénicas, se asoma casi por completo en el centro de la escena. Cae como una alfombra que es arrojada desde muy lejos, y a la vez sube como un camino que pareciera no terminar. Ambas lecturas, una alegoría quizás, a las fronteras de nuestra realidad -de nuestra conciencia. Una expresión quizás, del ser humano como medida del mundo y así mismo como frontera del cuerpo.

El diseño de luces se alinea a esta posible figuración, y entonces todo se convierte en un lugar de paso; en un camino. El cuerpo de Florencia se bambolea entre distancias inciertas y sin saber cuándo ni cómo, en un momento indeterminado, le invadirá el ideal apolíneo o el amenazante dionisíaco. Así, completamente nómade de sus recuerdos, desmonta un campamento de imágenes para luego mudarse sin más. Imágenes que surgen de algún lugar lejano quizás y que las percibimos porque utilizan su cuerpo como medio anfitrión.

De esta manera, intentando hacer coincidir estas imágenes nómades de toda una vida, las cuales se imponen teatralmente durante 50 minutos, el cuerpo de Florencia se expresa tomado por la memoria y el recuerdo. Siempre, rechazando la idea de huir del presente.

Max Raphael escribía que el objetivo de todo arte era “la ruina del mundo de las cosas”. Marcuse se refería al arte como “el gran rechazo” del mundo tal como es. John Berger ha escrito en alguna ocasión que para él el arte es un mediador entre lo que nos es dado y lo que deseamos. Para Marina Sarmiento y la troup de mujeres y hombres que integran Lejos, el arte debe ser algo así como una manera de estar presente en otro lugar, con grandes posibilidades de acariciar el pasado.

Imagen: René Magritte. Personal Values (1951-52)

Un texto para: Lejos // dirigida por: Marina Sarmiento

Comentario construido a partir de la función realizada el día 25 de Septiembre, Buenos Aires, 2014.

 

Ficha técnica: Actriz: Florencia Bergallo / Fotos: Mariana Roveda / Dramaturgia escénica: Florencia Bergallo y Marina Sarmiento / Diseño sonoro y música: Ezequiel Abregú / Luz: Brenda Bianco / Diseño y realización de vestuario: Belén Parra / Asesoramiento dramatúrgico: Ezequiel Steinman / Diseño y realización de dispositivos: Lucio Maselli y Ezequiel Colombo / Diseño gráfico: Leandro Ibarra / Caracterizador en fotos: Néstor Burgos / Colaboración artística: Julieta Potenze / Asistencia general y de dirección: Micaela Moreno / Concepto, coreografía y dirección: Marina Sarmiento/  Producción general: Cooperativa LEJOS