Newsletter

Martes, 19 Abril 2022 10:40

No tengo que ser honesta

Escrito por Marina Lanfranco

En estas líneas te cuento que ando un poco desbordada, derramada, yéndome por los pliegues y hendijas, por los surcos que se encuentran más allá de los bordes de mi piel, de mi corporalidad y de mi sombra.

En el momento en que estoy reescribiendo esta carta, siento el esternón un poco apretado, contenido, casi como si quisiera abrirse. Siento, también, una leve presión, como si con una mano interna intentara asirlo firmemente para que no se escape, para que no se desborde aún más. ¿Cuántas cosas a la vez puede un cuerpo?

No sé con exactitud cómo estoy haciendo lo que estoy haciendo. Y me gusta muchísimo no saberlo. Me gusta habitar la duda. Sin embargo, a veces creo que necesitaría saberlo a la perfección para que el desborde no sea arrasador. En esa incerteza intento pararme sobre una estructura firme que yo misma invento o creo que lo hago.

Me gusta dejarme llevar. Abrazar, acariciar, hablar cerca, leer mucho y poco.

Dosis de lecturas no letales, pero tan necesarias, vitales. ¿Debería en estas líneas darme un consejo a mí misma? ¿Pensar en una meta para saber si la he cumplido con el paso del tiempo? Hoy siento que mi vida está un poco revuelta, pero según Paloma lo tengo todo muy claro. Tal vez es porque me gusta pensar que está revuelto y confuso, pero, en un punto, sé que no es tan así.

Me gusta saber que otras personas me acompañan, que no estoy sola, que son parte de mí, de mis elecciones, que se suman a mis haceres, deseos, sentires, delirios. Me gusta confiar, no tener por un tiempo los pies en la tierra, aunque sepa que piso firme todo el tiempo. Sé que lo voy a hacer siempre aunque, a veces, un poco duela. ¿Me quiero desdoblar otra vez? ¿lo hago? No lo creo. No quiero hacerlo voluntariamente.

y recuerdo entonces que, nunca más, volvemos a estar en el mismo lugar. Certeza. El presente es pasado tan pronto que da tristeza. Y me pregunto de nuevo como estoy haciendo lo que estoy haciendo, con una energía que no sé de dónde sale, de donde se alimenta. O sí lo sé. De la fuente infinita del deseo. Certeza otra vez. Amplitud, despliegue y cielo azul en la mañana.

Me quedé pensando mucho en unas palabras de Marie, esas referidas a que tenemos que dejar de ser respetuosas. Que lo que nos caga la vida es el respeto.

Revelación. Vuelve Donna a cautivarme. Admiración absoluta por esa posibilidad ciborg de máquina cuerpo que vuelve a habitarme. Mutante.

Retomar el deseo inconcluso de interseccionar entre máquina y organicidad, tan propio, tan habitual, a cada hora. Metalizar. Cablear otra vez. Plegar, partir, fragmentar la luz. Líneas en el espacio.

Tengo un poco cerrada la garganta, el pecho y el cuerpo. Tengo un poco de ganas de llorar y lo hago mientras escribo. Estoy muy feliz de estar conmigo. Me emociona.

El deseo de hacer, potencia la fuente inacabable, es esa energía que no se termina de emanar desde dentro de mi propio ciborg. Y así es que abrazo nuevamente el concepto de respons-habilidad de Donna como uno de mis nuevos-viejos favoritos. Sólida coraza de entendimiento, racional y potente que reviste mi ser vulnerable. Mi yo intelectual vuelve a construir estructuras firmes y me protege un poco cuando me doy cuenta que me expongo demasiado. Estructuras inventadas de auto-rescate.

Me pregunto sobre los términos del desborde. Según Jose, predomina una mirada psicoanalítica. Acuerdo, pero agrego que me encanta su polisemia y su imposibilidad al menos para mi de otorgarle un valor. Y que siempre estamos eligiendo…

 

Carta a mí misma, 6 de marzo de 2022 (y días subsiguientes), en Asentando motores de Jose Zuain y Marie Bardet Galón FACE, Capital Federal.

TODOS LOS TEXTOS EN COMENTARIOS

  • Hogar, ¿dulce hogar? +

    ¿La femineidad en otros tiempos? ¿Por qué representar a la mujer hoy bajo una estética de los años 50 abocada fervientemente a la vida doméstica? ¿Qué ecos de ese modelo Leer más
  • Superar la Pérdida +

    Del orden de lo dispuesto, diríamos que un duelo determina la tensión, directamente dual, entre dos posiciones opuestas complementarias que delinean un estado emocional. Dos direcciones disímiles disminuyen su diferencia Leer más
  • Cuna del hombre, incubadora de la humanidad +

    Un texto para: África // dirigida por: Luis Biasotto Quizás sea necesario aclararle al lector que soy de las personas que lee los textos que acompañan las obras, antes o después Leer más
  • Cómo hacer obra con la obra +

    María sobre María abre el juego y pone sobre la mesa la pregunta: ¿cómo hacer obra con la obra? Es decir, ¿cómo montar en escena el trabajo de una bailarina, Leer más
  • Desacralizar la danza +

    7 sillas. Luz roja y verde. Atmósfera. Algo empieza a sonar: el murmullo, la voz de una vieja que bien podría haber llamado a un programa de radio para contar Leer más
  • El pez dorado +

    La sensación de sumergirse en un universo onírico. Color dorado. Una de David Lynch. La lengua es un solo en el cual la intérprete nunca está sola. El lenguaje que Leer más
  • IMAGEN AUDITIVA +

    La luz se apaga y luego de un lapso de tiempo un primer espectador comienza aplaudir, da la señal que todos presuponemos, pero al existir otras interrupciones de luz durante Leer más
  • Máquina procesando... ¿Cómo obra la danza? +

    Obreros de la danza o danza de los obreros, ¿cuál es la diferencia? ¿A qué o quién/es responde la construcción y ejecución de una obra escénica ligada al movimiento? Activar Leer más
  • Artilugio-Movimiento +

    Si la imagen (y/u/o la obra de arte) es una artilugio que habilita construcciones de pensamiento, y, si es EN un proceso de desmontaje que se pueden establecer cuáles son Leer más
  • Decir lo evanescente +

    El cielo cayéndose a pedazos. Oigo en la sala de “Dinamo” el tintineo de las gotas que desde afuera golpean sobre la chapa del techo. Adentro, la construcción de la Leer más
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • 6
  • 7
  • 8
  • 9
  • 10
  • 11
  • 12
  • 13
  • 14
  • 15
  • 16
  • 17
  • 18
  • 19
  • 20
  • 21
  • 22
  • 23
  • 24

ESCRIBEN EN SEGUNDA