En el 2010 el coreógrafo Juan Onofri emprende un trabajo con adolecentes de la Casa Joven de González Catán. Esto dio lugar a la gestación del grupo de investigación KM29, y su primer obra “Los Posibles” en el 2011. El segundo trabajo del grupo, “Duramadre”, evidencia tanto una maduración de sus integrantes, como la fusión entre los miembros de Catán y los otros, quienes atravesaron procesos de formación formales. Duramadre es una obra altamente física, sin embargo no se pregunta sobre el cuerpo, trasciende lo material y nos sumerge en el terreno de las emociones. Los bailarines viajan a través de estados que se revelan en cuerpos que se tensan, chocan, muchas vibraciones y una trama de conexiones que nos hace sentir la energía colectiva que nos golpea fuerte, a nosotros, los de afuera. Seres enmascarados que se quejan, pero no se quejan los cuerpos, son las almas que gritan. Los cuerpos se tensan traduciendo una irritación interna. Las máscaras borran el rostro modelado por el aspecto social, ocultando la simbología de la cual nos servimos para cargarlo de significados…