Mañana de feriado, me rodea un silencio vacío en la gran ciudad. Camino a La Fábrica con mi resfrío mal curado. Llego y me encuentro con un espacio frío, cuerpos ya entrando en calor. Mi cuerpo tiende a despertar y a percibirse en su totalidad o eso intento. Rápidamente la consigna consiste en percibir “mi atrás”, eso que hay antes de que haya algo, eso que ya está sucediendo antes de que empiece la acción propiamente dicha. El pasado y el presente se juntan y conviven, yo ya soy antes de hacer algo. Elijo mis omóplatos y mis codos como sostén para que sean los motores desde donde moverme. Inmediatamente se me vienen imágenes dispersas y fragmentadas de eso que fui, que ya no soy ¿o si?. Esperar, el tiempo de escuchar, percibo todo lo que hay antes de que haya algo: sonidos, mi respiración, cuerpos en movimiento, yo, imágenes y todo esas cosas suceden en mi de forma caótica .Con todo eso ahí moviéndose conmigo y moviéndome, estoy yo en mi presente inmediato. Todo sucede sin que yo pueda…